sábado, 5 de noviembre de 2011

El miedo y su virtud





Elena, la activista pro-derechos de los robots de la obra de teatro de Karel Capek titulada R.U.R (1920), visita la planta de producción de la Rossum Universal Robot. En un momento determinado de la gira le comentan que el Dr. Gall está diseñando nervios de dolor para las máquinas. Ante su perplejidad, ¿Nervios de dolor? el propio doctor le explica las razones meramente industriales: A veces un robot se hace un desperfecto a sí mismo porque no le duele. Mete la mano en la máquina, se rompe un dedo, se machaca la cabeza... todo le es igual. Tenemos que suministrarles dolor. Es una protección automática contra los desperfectos. Nada más obvio. El dolor no es agradable, y resulta natural temerlo. Pero no hay duda de que el temor a la expectativa del dolor es, básicamente, y ante todo, un mecanismo protector. Otra cosa diferente es si le teme mucho, exageradamente, poco o nada, en función de lo cual uno será una cosa diferente, con nombres todas ellas de defectos. Y, en cualquier caso, tener miedo al dolor cuando se debe y como se debe tiene un único nombre, según el planteamiento que hace Aristóteles en su Ética a Nicómaco: areté, es decir, lo que la tradición ha traducido como virtud.



El dolor: los nervios culturales del sufrimiento, ensayos de cine, filosofía y literatura. Vicente Domínguez


Las dos Fridas. Frida Kahlo







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