martes, 1 de noviembre de 2011

JOHN MALKOVICH - The Infernal Comedy en Lima

LLegamos al Pentagonito un poco pasadas las 5:00 pm. a pesar de que las entradas eran para la función de las 6:00 pm. y es que me pongo un poco ansiosita con los horarios y el querer llegar y la emoción y todo eso. Que conste que ya había una serpenteante cola que creció aceleradamente mientras pasaban los minutos así es que mi nerviosismo no era ni exclusivo ni injustificado.

A eso de las 5:40 pm. abrieron las puertas mientras que varios de los presentes ya habían twitteado-rajado su malestar-preocupación-inconformidad. Adentro, un estruendoso PLATINUM retumbó por el lobby y mi hermana y yo avanzamos, recibimos revistas y arrumacos propios de aquel rancio sector. Las ubicaciones eran sencillamente espléndidas -gracias, mil gracias a El Comercio-, no sólo veríamos a uno de nuestros actores favoritos sino que sería desde primera fila, delante de todos los Vargas-Prada, De las Casas y otros apellidos rimbombantes de la ciudad. Ha-ha!!!

La aparición de Malkovich fue fulminante, el auditorio no terminaba de salir del shock y ya la obra había comenzado. El mismísimo Jack Unterweger se dirigía al público intentando venderle su autobiografía ya que su editor quería que al menos "cada uno de los presentes saliese con tres ejemplares".


Me llevo un ciento.

Luego presentó a las dos mujeres y a la Orquesta que lo acompañarían durante la velada y comenzó a divagar acerca de la búsqueda de la verdad, específicamente acerca de la verdad de su historia. Habló de su madre, una joven adolescente que fue abandonada por su novio para luego ella misma abandonar al pequeño Unterweger y dejarlo con el abuelo alcohólico quien lo envió a un destino plagado de casas temporales y orfanatos. La primera Aria fue realmente conmovedora y nos mostraba a una dolida mujer abandonada por el esposo y a un Jack que la miraba fervientemente, pero que al final de la canción reprime el deseo de matarla.

-¿Malkovich, Malkovich? - ¡Malkovich!

Luego empieza la divagación acerca de las mujeres y de lo que ellas desean, así como de sus quince años en prisión por haber estrangulado a una prostituta y su incapacidad para entender el porqué de las mujeres al mostrarse, frente a este asesino, completamente rendidas. Un momento hilarante en esta parte de la obra fue cuando le preguntó a una mujer mayor -seguro que una de apellido compuesto- hacía cuánto tiempo había hecho el amor por última vez. Y es que Jack no lograba comprender cómo alguien en su sano juicio podía "tener el pastel y elegir no comérselo".


El asesinato de mujeres, la condena y la liberación por una supuesta rehabilitación -Jack, desde la cárcel, empieza su carrera de escritor- terminan empoderando a un ser frío, calculador, perturbador que logra "existir" para un mundo que no sabía ni quería saber de él mientras que era "nadie". Como un todopoderoso omnisciente se involucra en las investigaciones de los asesinatos que coincidentemente se empiezan a producir en la ciudad y se entrevista con los testigos indirectos de sus crímenes, poco a poco acumula poder y el prestigio que la misma sociedad que lo condena se encarga de alimentar.


Muere por cantar tanto rato!!!

Nuevamente apresado y enjuiciado, Jack no termina de develar cuál es "la verdad" acerca de su historia. Burlonamente le pide al público que la busque por su cuenta en Wikipedia, pero en una PC porque él detesta la MAC. A continuación, Jack coge una cuerda y hace una serie de nudos complejos alrededor. Se sienta sobre la mesa y pasa el cordel por su cuello.


La orquesta toca una hermosa composición de Mozart, mientras que el suicidio de Jack está a punto de ocurrir. Una de las sopranos lo acoge maternalmente y ambos figuran un cuadro a imagen de La Piedad de Miguel Ángel. Las luces se apagan...


Chau, adiós...

Y de pronto, un exarcebado Jack pregunta al público si en verdad estábamos esperando ver su muerte. Para la próxima tal vez, nos dice, los aplausos no se hacen esperar.


Graucias Perrú!

CODA:

  • El ecran con los subtítulos estaba sumamente desfasado y por momentos se apagaba completamente. Si no tuviese mis conocimientos rudimentarios de inglés de Cicex, no sé qué hubiese hecho. Eso sí, no entendí ni ajo de las canciones en italiano y alemán, pero puse cara de que sí entendía, como todos creo.
  • La hora es la hora pues. Si bien nuestra función comenzó 6:12, la siguiente, calculo, debió comenzar a las 8:40 puesto que nosotras -yeeee- estuvimos en el Meet and Greet con Malko (así le decimos sus íntimos) como hasta esa hora.
  • En este punto, pésimo que los programas fuesen entregados al final y no al principio de la obra. Se notó la improvisación del momento porque ni los habían sacado de los bolsones de la imprenta.
  • En una obra de teatro, cualquiera que esta sea, no se debe vender canchita en taper ni churros pues, no es ni circo ni cine.
  • Si bien la puesta no era gran cosa, teatralmente hablando,... era Malkovich así que eso, al menos a mí, me bastaba.
FOTOS: Carolina y Julia Gamarra!!!

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