sábado, 31 de diciembre de 2011

PRONTO TE IRÁS... CONEJO DE METAL CTM!!!

Es tradicional -bien cliché- hacer balances de fin de año, pero creo que a estas alturas de mi vida es un poco inevitable. Nunca he sido fan de los horóscopos de ningún tipo, pero desde hace varios años, cómo, desde cuándo y quién sabe porqué, empezó una tradición familiar de ir a almorzar alguno de los días de fin de año, al Chifa La Pagoda. Además de la deliciosa comida -y ya no insistan, siempre pediré lo mismo- en estas fechas festivas siempre regalan un calendario chino del año venidero.

Bueno, rico, barato y con regalito

Fue ahí, en una de esas primeras comilonas, que me enteré de que son 12 animalitos los que conforman el mundo astrológico de este país oriental. Una de las dueñas me contó en un español masticadísimo, una historia alucinante de cuando su dios llamado Budha, convocó, poco antes de morir, a los animales y aparecieron 12 en un orden determinado. Él, en premio a su lealtad, les otorgó un año para que lo gobernasen según las cualidades de su personalidad. Me pareció bien alucinante, pero entretenido el relato y fue así que año tras año, como si se tratase de un cuento cíclico que sazonaba mi arroz chaufa con langostinos, que empecé a fijarme en el animalito de turno y en lo qué se suponía que ocurriría. Todo esto no con un ánimo de adelantarme al futuro y condicionarme -mi escepticismo, lamentablemente, no me lo permite- sino como quien sigue una gran historia con miles de detalles.

Grande Budha!

Fue así como pasó el tiempo y, ciertamente, encontré algunas correlaciones entre lo que se pronosticaba para el año nuevo chino -recordemos que este comienza el 4 o el 5 de febrero según lo determine la luna- y lo que a mí me ocurría, pero no pasaba de ser algo anecdótico. Es más, nunca le tomé mucha atención a los pronósticos, hasta que en esta fecha, pero del año pasado, me enteré que este 2011 sería el año del conejo de metal y que, sobre todo, para los nacidos bajo el signo del gallo -como yo- sería uno de los años más fatales de sus vidas. La noticia no me alarmó, solo recuerdo haber dicho "bueno, pero qué tan terrible puede ser".


A la parrilla te verías mejor, condenado.


No sé si por pura coincidencia o porque realmente ya me tocaba, el 2011 agonizante resulto ser uno de los peores años de mi vida. De frente, de costado, lo malo fue recontra malo: procesos dolorosos e interminables, enfermedades y males incomprensibles para seres vitales en mi vida, confirmaciones de sospechas y al mismo tiempo diagnósticos inconclusos, verdaderos y terribles rostros develados, la partida irremediable de una pequeña arequipeña de oro, encuentros cercanos con la prepotencia y la irracionalidad, la plena conciencia del desamparo de la ley... Claro que también ha tenido su lado bueno, sobre todo porque he estado rodeada de contados seres maravillosos que hicieron posible que no sucumbiese. En este punto, parafraseando a Vargas LLosa: "son pocos, pero bien sectarios". Cada uno de uds., sectarios, sabe el lugar inamovible que tiene en mi corazón.

Y si bien todavía hay algunos entes que merecen que los muelan como al Pio´s chicken, pienso que, al final de cuentas, al que hay que ajusticiar es a este bendito conejo chino "el de los grandes cambios". A él -al conejo, claro- solo tengo que decirle esto: "chau CTM, menos mal que ya te estás yendo de mi vida". Feliz año a todos.


domingo, 4 de diciembre de 2011

QUÉ VENGAN LOS BOMBEROS... QUE ME ESTÁN GOLPEANDO!!!


En la cuadra 14 de la Av. Canevaro de Lince queda -o quedaba- el Parque de los Bomberos. No era precisamente un sitio bello, pero era el centro de encuentros y desencuentros, de niños bullangueros, de amores misios, pero envidiables y de abuelitos en el tiempo exacto para ver las tardes caer entre el sol de los recuerdos.


Mucho dinero ajeno y prepotencia, pésima combinación

Ese ERA un buen lugar para estar hasta que un alcalde prepotente, un príncipe con modales de matón, se le ocurrió que debía demolerlo para remodelarlo - a pesar de que hace dos años ya se había empachado de elogios poniendo juegos y nuevas bancas- y tumbó no solo con combas y maquinarias, sino con patadas y puñetes de delincuentes a sueldo, tanto el parque de los vecinos de Lince, como el derecho de reclamar de los mismos.






Martín Príncipe, tú que fuiste elegido democráticamente por los linceños, dedícate a hacer tu trabajo, déjate de florecitas en las avenidas, de clases de salsa gratuitas y de carteles de autobombo... ordena nuestras calles, límpialas, haz que las mantegamos limpias nosotros (en mi ruta hasta Javier Prado, 5 cuadras exactas por la avenida, no hay ni un solo tacho!!!), arregla los enormes baches de las pistas, fíjate bien en quién recibe la leche del programa social, haz algo con la enorme cantidad de pandillas que todos los fines de semana hacen de nuestras calles su chacra, pon atención a todos esos talleres de motos y autos que ensucian de grasa nuestras veredas y que la invaden de vehículos que no nos dejan ni pasar, fiscaliza al Serenazgo que con tanta cámara y tanta moto no aparece cuando se le llama, aún así se desate una balacera en una calle "residencial" de TU distrito y su caseta esté a media cuadra...



¿Y el bombero? Plano de la actual obra (Extraído de la web de

la Municipalidad de Lince)


Martín Príncipe, alcalde de Lince, los ciudadanos tenemos derecho a reclamar. Nosotros, TUS vecinos exigimos respeto por nuestros parques y calles, por nuestros recuerdos, por nuestro derecho a decirte que no estamos contentos con tu horrorosa gestión.


Foto: Julia Gamarra H.
Imágenes y plano: Web de la Municipalidad de Lince
Video: Panamericanatvperu (Youtube)