sábado, 19 de noviembre de 2011

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA - Gabriel García Márquez

Óscar López Arias y Franklin Dávalos, los gemelos Vicario,
arrastrando a Santiago Nasar interpretado por Enmanuel Soriano

El escenario a manera de una plaza de toros, un hombre desnudo, desvalido -¿inocente?- que no puede evitar su trágico destino; múltiples personajes con múltiples visiones y versiones de lo que ha ocurrido... Una muerte que todos sabemos que vendrá desde el comienzo de la historia, pero que poco o nada se hace para evitarla.

Santiago Nasar es un joven rico, muy dueño de sí y del mundo que lo rodea -mujeres incluidas- que, a semejanza de su padre, pretende imponer su poder frente a todos. Ángela Vicario es la hija de una de las familias más respetadas del pueblo y, por obra de su belleza, es escogida por el imponente Bayardo San Román que la desposa con toda la pompa que aquel pueblito cercano a Cartagena no podía ni soñar.


La gran fiesta se empoza de alcohol y comida, los gemelos Vicario, hermanos de Ángela, festejarán con su nuevo y despilfarrador cuñado, todo transcurrirá con normalidad hasta que, cuando los esposos se encuentran solos, Bayardo cae en la cuenta de que su mujer ha sido de otro previamente. El gran escándalo se desata, la chica es devuelta a su casa y es molida a golpes por su madre, los hermanos claman por saber quién fue el que los ha deshonrado... ella solo balbucea un nombre y basta para que el deseo de sangre prime sobre la razón, la ley y la fe: hay que matar a Santiago Nasar y hay que hacer que todo, TODO, el mundo lo sepa.


Sebastián Monteghirfo como Bayardo San Román,
Nidia Bermejo como Ángela Vicario y
la sábana que se quedará blanca

La versión del colombiano Jorge Alí Triana se ciñe en muchos aspectos a la novela: la descomunal cantidad de personajes, la referencia a otros ámbitos y personajes de otras obras de GGM (se menciona, por ejemplo, Riohacha y que el padre de Bayardo mató a traición al coronel Gerineldo Márquez amigo íntimo del coronel Aureliano Buendía), el ánimo festivo y burlón que matiza la tragedia, aunque para mi modesta opinión, no se justifica ni la presencia de un payaso ni el desnudo completo del actor Enmanuel Soriano. Seamos francos, un calato retorciéndose en el escenario (me vino a la mente el que a su vez hizo César Ritter en Medea del CCPUC) busca generar sonrojo, risitas, alarma, sobresalto, nerviosismo en el público, conseguirlo de ese modo me parece muy trillado, interesante sería conseguirlo de otra manera.


La cuestión del honor y la honra de la familia depositada en la virginidad de sus mujeres, el escándalo público y la condena a ser enterrada en vida, guardando tanto el luto del amante muerto como el suyo propio, el machismo de hombres y mujeres que no perdonan "ni el pecado ni el escándalo" de quienes se atreven a tomar decisiones -acertadas o equivocadas- sobre su propio cuerpo. En fin, muchos temas para pensar y repensar antes y después también.
Grandes actuaciones de Carlos Mesta, Stephanie Orúe, Carlos Victoria, Gabriela Velásquez, Víctor Prada, entre otros y la reaparición de Claudia Dammert como la madre de Santiago, aquella que cerró la puerta de su casa tratando de evitar la tragedia, pero que solo la atrajo al desconocer que su hijo, su amado Santiago, estaba afuera donde la muerte anunciada lo alcanzaría.

Altamente recomendable, vayan rápido que va hasta el 19 de diciembre. Entradas en teleticket.

FOTOS: Facebook del Teatro Británico



No hay comentarios:

Publicar un comentario